En las últimas décadas, el tabaquismo se ha convertido en una amenaza para la salud pública mundial. Se calcula que más de mil millones de personas fuman cigarrillos en todo el mundo.
Millones de ellas son también fumadoras de otros tipos de productos del tabaco, como puros, bidis o kreteks.
Aunque la nicotina es altamente adictiva, esto no significa necesariamente que todos los que fuman acaben convirtiéndose en fumadores adictos. De hecho, mucha gente fuma sin volverse adicta y puede dejar de fumar en cualquier momento que lo decida.
Por lo tanto, si usted es un fumador de alto nivel, debe dejar de fumar cuanto antes.
Siga leyendo para conocer algunos consejos útiles sobre cómo dejar de fumar en la parte superior de la forma más segura posible, minimizando el riesgo de acabar con otra adicción mortal en el futuro.
¿Por qué es tan difícil dejar de fumar?
Las investigaciones han demostrado que es más probable que el tabaquismo cause adicción si se es niño o adolescente. Esto se debe a que el cerebro es especialmente sensible a la nicotina durante estas etapas de la vida. Esto se debe, en parte, al intenso vínculo social y emocional que las personas tienen con el tabaco, que puede intensificar la experiencia de placer y hacer que dejar de fumar sea más difícil.
Si fuma, también es probable que experimente una serie de problemas de salud, incluidos problemas pulmonares como infecciones pulmonares, cáncer y reducción de la capacidad pulmonar (deterioro de la función pulmonar). Fumar también puede suponer un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, así como ciertos tipos de diabetes.
Ser fumador también se asocia con el estigma social, lo que puede dificultar el abandono del tabaco. Las personas que fuman pueden sufrir discriminación en el empleo, la vivienda y los espacios públicos, lo que puede dificultar aún más el abandono del tabaco.
Trate de elaborar un plan para dejar de fumar
Una de las cosas clave que puede ayudarle a dejar de fumar es elaborar un plan. Puede ser útil elegir una fecha concreta para dejar de fumar y llevar un diario para controlar su progreso. Su plan debe incluir una serie de hitos u objetivos que quiere alcanzar durante su viaje para dejar de fumar. Por ejemplo, puede elegir reducir el número de cigarrillos que fuma cada día o reducir el tiempo que fuma cada día.
También es útil tener una lista de personas con las que puede hablar si tiene alguna preocupación o dificultad.
Puede optar por buscar la ayuda de un especialista o de un grupo de apoyo, o por hablar con un amigo o un familiar sobre cómo pueden apoyarle durante su viaje para dejar de fumar.
Mientras desarrolla su plan, también puede ser útil considerar cualquier factor que pueda estar contribuyendo a su deseo de fumar. Por ejemplo, si tiene un acontecimiento de la vida infeliz o estresante que le está causando estrés, puede estar más abierto a la posibilidad de fumar como una forma de escapar temporalmente de este estrés.
Dejar de fumar con una parada repentina y abrupta
Si bien es cierto que las personas que dejan de fumar a una edad mucho más temprana tienen muchas más probabilidades de conseguirlo, esto no significa que deba esperar a tener 40 años o más para intentar dejarlo. Puede ser útil esperar hasta que esté preparado para dejar de fumar, ya que las ganas de fumar pueden durar años aunque no haya fumado durante un tiempo.
Del mismo modo, es importante tener en cuenta que, aunque puede ser útil dejar de fumar bruscamente, no es recomendable dejarlo de golpe. Si quiere dejar de fumar de forma gradual, puede intentar reducir el consumo de tabaco poco a poco, disminuyendo el número de cigarrillos que fuma cada día o ampliando el tiempo que pasa fumando antes de dejarlo por completo.
Observe cómo se siente cuando fuma antes de volver a fumar.
Aunque es importante dejar de fumar de forma repentina, puede ser útil intentar ser más consciente de lo que se fuma antes de dejarlo. Muchas personas se dan cuenta de que tienen un fuerte impulso de fumar cuando van a hacerlo, como si ese impulso fuera más fuerte que el que sienten cuando no están fumando. Intente observar lo que ocurre en su mente cuando siente estas ganas de fumar.
¿Se siente enfadado, frustrado, aburrido o estresado? ¿Cómo se relacionan estos sentimientos con el deseo de fumar? Si puede identificar la emoción subyacente que le provoca el deseo de fumar, podrá combatirla más eficazmente cuando vuelva a sentir el deseo de fumar.
Utilizar el apoyo para dejar de fumar
Cuando esté preparado para dejar de fumar, puede ser útil buscar la ayuda de un profesional.
Hay una serie de programas y servicios disponibles para ayudarle a dejar de fumar, como la medicación, los grupos de apoyo y el asesoramiento.
Muchos planes de salud cubren el coste de estos servicios. También puede ser útil hablar con su médico o profesional sanitario sobre las posibles opciones de tratamiento.
Mientras dejas de fumar, puede ser útil unirte a un grupo de apoyo en el que puedas conocer a otras personas que estén intentando dejar de fumar y recibir apoyo de los demás para superar los retos que puedas estar experimentando mientras intentas dejar de fumar.
También puedes inscribirte para recibir apoyo por correo electrónico o por mensaje de texto.
También puedes encontrar grupos de apoyo en línea que pueden ser útiles incluso si no vives cerca de tu grupo para dejar de fumar.
Cuando estamos preparados para dejar de fumar, puede ser difícil conseguir finalmente que lo hagamos. Es importante recordar que fumar es peligroso, causa una amplia gama de problemas de salud y puede conducir a la muerte. También es importante recordar que es algo que usted puede controlar y elegir.
Nadie más lo va a hacer por ti. Usted puede hacerlo.
Puedes dejar de fumar. Si le cuesta dejar de fumar, recuerde que es posible hacerlo.
Tú lo vales.