¿Quieres trabajar en un país nuevo? No es tan difícil como parece.
De hecho, hay muchas oportunidades para quienes estén dispuestos a dar el primer paso. Trabajar en el extranjero no consiste sólo en trasladarse a otra ciudad, sino también en encontrar la manera de hacerlo económicamente viable. Sin embargo, con un poco de investigación y creatividad, se puede hacer.
Trabajar en otro país puede tener muchos beneficios tanto para ti como para tu futuro empleador. Conocerás otras culturas y aprenderás nuevas habilidades que podrás aplicar en tu país o en tu nuevo lugar de trabajo. Trabajar en el extranjero también puede ayudarte a conseguir un trabajo o un ascenso en tu país después de haber estado fuera tanto tiempo.
Aquí tienes algunos consejos útiles que te ayudarán a facilitar el trabajo en el extranjero:
Investiga y pregunta antes de solicitar un trabajo
Esto es lo más importante que hay que hacer antes de solicitar un trabajo en el extranjero. Investiga la empresa.
¿Qué tipo de puesto solicitas? ¿Cuáles son los criterios que busca el empleador? ¿Cómo es la cultura de la empresa? ¿Dónde vas a trabajar? ¿Cómo se trata a la gente allí? Todas estas son preguntas importantes que debes hacerte a ti mismo y a tu futuro empleador. No sólo aumentarás tus posibilidades de conseguir un trabajo, sino también las de mantenerlo una vez que lo hayas aceptado.
Investiga el país en el que te interesa trabajar. ¿Se parece el país a tu país de origen? ¿Qué tipo de trabajo realiza la población? ¿Cuáles son los requisitos legales para trabajar en ese país? ¿Qué tipo de trabajos hay disponibles? Si quieres trabajar en una empresa de ingeniería en EE.UU., puedes investigar las diferentes empresas de ingeniería y compañías de EE.UU. y ver si te interesa su trabajo.
Redes, redes y más redes
No hay éxito sin contactos.
Por mucho que quieras saltarte el networking, tienes que hacerlo. No hay atajos para trabajar en el extranjero, a menos que pagues a alguien para que lo haga por ti.
Si quieres encontrar un empleador, tienes que ponerte en contacto con la gente que trabaja allí, tal vez las personas que conozcas en eventos o conferencias locales.
Pregúntales si necesitan ayuda con algo, qué están buscando, si están contratando, etc.
Además, asegúrate de utilizar LinkedIn, los grupos de Facebook o tu propio sitio web para publicar información sobre tu experiencia, tus habilidades o tu interés por trabajar en el extranjero.
Asegúrate de añadir información relevante como el tipo de puesto que buscas, cuánto tiempo llevas en tu profesión y cuántos años de experiencia tienes. También puedes crear una bolsa de trabajo en sitios como Workboard u Odesk.
También puedes enviar tu currículum a bolsas de trabajo u otros sitios web relevantes. Cuantos más envíes, más posibilidades tendrás de encontrar trabajo.
También puedes publicar en foros y tratar de encontrar gente que esté interesada en irse al extranjero.
Ser flexible y resistente
Trabajar en el extranjero puede ser muy gratificante, pero también te supondrá un reto en muchos sentidos.
Tendrás que ser flexible con tu estilo de vida, ser resistente a las diferentes culturas que encuentres y ser capaz de lidiar con las barreras lingüísticas. Trabajar en un empleo que no te interesa no es fácil, tendrás que ser adaptable y flexible.
Si estás acostumbrado a un determinado tipo de trabajo, puede que tengas que aprender a que te guste algo diferente.
Si eres una persona muy estructurada, puede que tengas que ser más flexible con tu horario.
Trabajar en otro país puede suponer una reducción de sueldo respecto a tus tarifas habituales. Puede que tengas que estar dispuesto a aceptar un trabajo a tiempo parcial o flexible que no te permita trabajar un determinado número de horas a la semana.
Si estás acostumbrado a trabajar un determinado número de horas a la semana, puede que tengas que aceptar un trabajo a tiempo parcial o uno que sea inferior a la cantidad de horas que estás acostumbrado a trabajar.
Aprender otro idioma
No es ningún secreto que ir a otro país y hablar un idioma completamente diferente puede ser difícil. Sin embargo, esto no tiene por qué impedirte conseguir un trabajo.
Busca una escuela de idiomas o aprende por Internet.
Si tu trabajo requiere que trabajes con personas, es recomendable que aprendas el idioma local.
Esto facilitará la comunicación y te proporcionará una mejor experiencia laboral.
Asistir a eventos y conferencias locales
Es posible que te encuentres en conferencias y eventos en los que puedas conocer gente, encontrar trabajo y hacer conexiones. Si tienes los recursos necesarios, puedes asistir a estos eventos y encontrar gente que esté buscando personas.
Tal vez puedas ayudar a otra persona a encontrar un trabajo, o puedas encontrar a alguien que esté buscando a alguien que le ayude con un proyecto.
Estos eventos pueden ofrecerte la oportunidad de conocer a más gente y hacer conexiones. También pueden ayudarte a encontrar un trabajo y a encontrar gente que quiera trabajar en el extranjero.
No te lo tomes como algo personal
Lo más probable es que tu experiencia en el extranjero sea diferente a lo que esperabas.
Al principio, puede que te cueste adaptarte al nuevo entorno y a la gente.
Esto es completamente normal y no es un reflejo de ti.
Es posible que te sientas más feliz donde estás ahora, o que te sientas desafiado de una manera que no esperabas.
Por ejemplo, puede que el trabajo que hacías antes de irte al extranjero te resulte aburrido y quieras hacer otra cosa.
Diversificar tus habilidades y desarrollar tu propia marca
Puede que te sorprenda lo diferente que puede ser trabajar en otro país respecto a tu experiencia anterior.
Es muy probable que quieras volver a tu país de origen y trabajar de nuevo en tu propia profesión. Si este es el caso, puedes utilizar tu experiencia trabajando en el extranjero para añadir valor a tu currículum.
Puedes hacerlo diversificando tus conocimientos y demostrando que has utilizado habilidades que no enseñaste en un aula.
También puedes demostrar que has desarrollado tu propia marca aportando soluciones creativas a los problemas que pueda tener tu empresa.
No tengas miedo de pedir un aumento o negociar tu salario
De nuevo, esto puede ser un poco diferente de lo que esperabas.
Sin embargo, es importante recordar que siempre tienes derecho a pedir un aumento. De hecho, le sugerimos que negocie. Lo peor que puede ocurrir es que el empresario rechace su oferta.
Puedes negociar el salario que recibes o pedir un aumento.
Si negocia, tendrá menos probabilidades de que le rechacen. También puedes negociar con el empresario si quieres.
Si negocia, es más probable que se quede en un trabajo con el que no está contento.
Si no estás contento con el salario que recibes o con el trabajo que has aceptado, siempre puedes buscar un nuevo empleo. Esto es mejor que quedarse en un trabajo que no te satisface.
Pide las prestaciones a las que tienes derecho, como permisos pagados u horarios flexibles
Muchas empresas no quieren hacerlo, pero es importante pedir lo que te corresponde.
Si trabajas en un país que tiene ciertas prestaciones, como la baja por maternidad o las vacaciones pagadas, asegúrate de pedirlas.
Es tu derecho si tu empresa lo ofrece. También puedes pedir horarios flexibles o compartir el trabajo.
Son formas de hacer que tu jornada laboral sea menos estresante y más manejable.
Pueden ser muy útiles si tienes un trabajo exigente.
Trabajar en el extranjero puede ser emocionante y desafiante.
También puede ser muy gratificante, ya que puedes experimentar la vida en otro país, conocer gente nueva y desarrollar tus habilidades y experiencia.
Si estás pensando en trabajar en el extranjero, es importante que evalúes tu situación actual y determines si es adecuado para ti.
Asegúrate de investigar y establecer una red de contactos con personas que trabajan en el extranjero.
También puedes utilizar estos consejos para facilitarte la tarea.
Con un poco de esfuerzo, puedes experimentar una nueva vida y ganarte la vida mientras la vives.